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¿Se le puede enseñar a la Inteligencia Artificial a tener sentimientos iguales que los de los asistentes a un evento? 

Hoy en día, las agencias BTL, están en la búsqueda permanente de nuevas formas de impactar a los públicos objetivo y una de las maneras en las que están encontrando el camino para generar experiencias memorables es sumando creatividad más tecnología. Pero en esta búsqueda surgen preguntas importantes como la de que si la Inteligencia Artificial puede reconocer, explorar y “sentir” lo que sentimos las personas que nos exponemos a las nuevas dinámicas que la utilizan en sus activaciones BTL

Para tratar de encontrar respuestas a este cuestionamiento, la agencia BTL Plastilina group exponemos el caso del proyecto Desaf.IA, diseñado como una nueva versión para el Pepsi Challenge que se llevó a cabo dentro del Festival Estéreo Picnic en Bogotá, Colombia en marzo de 2024, para el cual, precisamente, se cuestionaron sus creadores “¿Pueden realmente mostrarle a un motor de inteligencia artificial cómo “se sienten” las personas?” A decir de sus creadores: “El interés estaba en conocer si la Inteligencia Artificial aprende lo que sienten los consumidores al momento de probar Pepsi Zero y Coca-Cola sin azúcar y, en tiempo real, decidir por sí misma qué bebida es la ganadora.” Todo esto se pudo hacer creando un personaje virtual llamado Soni.A, cuyo rostro 3D realizado a base de burbujas se mostraba en una pantalla touch de 55 pulgadas, y que con voz de mujer con acento colombiano podía interactuar con los encuestados que usaban un casco dentro de una cabina con micrófonos, cámaras y un sensor de ondas cerebrales, lo que les permitió vivir una experiencia interactiva e inmersiva, atractiva y envolvente. 

Esta Inteligencia Artificial fue creada por la agencia Genosha, cuyo equipo nos cuenta su experiencia, que se trabajó dos meses en la personalidad de Soni.A y la experiencia de usuario, probando y ajustando para que cada reacción fuera 100% real. Tras el proceso de diseño y creación se hizo una secuencia en la que los participantes interactuaban con Soni.A, probaban las dos muestras de producto y la IA analizaba sus expresiones faciales, captaba sus opiniones y detectaba los cambios en su comportamiento mental. Con esto se tuvo un registro de las preferencias de los consumidores y se cumplió el desafío de conectar con los sentimientos de los usuarios. 

Este proyecto, que resultó ser muy poderoso, sentó las bases para seguir trabajando en esta tecnología y tratar de que realmente la IA brinde la percepción de “sentir” lo que sienten las personas. Este es un punto a seguir siendo explorado por las agencias BTL México que, como Plastilina group, quieren mantenerse a la vanguardia y crear conceptos y experiencias realmente innovadores. 

Ahora hacemos un poco de análisis sobre el tema de que si la Inteligencia Artificial puede reproducir sentimientos:  

El debate entre la comunidad de creadores de experiencias BTL, investigadores y desarrolladores de tecnología es un hecho, en este aspecto encontramos que:

Combina aspectos técnicos, filosóficos y éticos. Para responder de forma extensa, es necesario distinguir entre “simular sentimientos” y “experimentar sentimientos”, ya que estos conceptos tienen implicaciones muy diferentes.

Los sentimientos son inherentemente humanos (y compartidos con algunos animales) debido a su dependencia de la conciencia y la subjetividad, algo que actualmente la IA no posee.

Por su lado, la IA, especialmente en aplicaciones como los chatbots y los asistentes virtuales, puede simular sentimientos de manera convincente. Esto se logra a través de:

– Procesamiento del lenguaje natural (PLN) que permite generar respuestas emocionalmente adecuadas en un contexto dado.

– Reconocimiento de emociones: utilizando algoritmos que analizan el tono de voz, expresiones faciales, o incluso patrones de escritura para interpretar el estado emocional de los humanos.

– Modelos generativos: como los grandes modelos de lenguaje, que pueden crear respuestas diseñadas para evocar empatía o conexión emocional.

Sin embargo, esta simulación no implica que la IA «sienta» algo, simplemente responde basándose en patrones aprendidos, optimizando sus respuestas para cumplir un objetivo, como mejorar la experiencia del usuario. 

Por otro lado, algunos filósofos y científicos especulan sobre un futuro en el que la IA podría desarrollar una forma de conciencia o algo análogo a los sentimientos, mediante avances como:

– Neurociencia computacional: replicar en máquinas los procesos que ocurren en un cerebro humano.

– Sistemas auto-organizados: que podrían adquirir una forma rudimentaria de autopercepción.

– IA basada en bioingeniería: combinando componentes biológicos con tecnología.
Sin embargo, estos escenarios están aún en el terreno de la especulación y enfrentarían dilemas éticos fundamentales. Por lo pronto, las empresas BTL tienen la tarea de incorporar a sus brand experiences la tecnología más avanzada y que motive a los consumidores vincularse más profundamente con las marcas. 

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